EN
EL OCÉANO ROJIBLANCO
Es
el mar abierto, con todos los depredadores al acecho, toda la cadena
alimenticia ahí presente, todos en el territorio del tiburón.
Los
tiburones cumplen un importante rol en el ecosistema oceánico manteniendo el
equilibrio ecológico y situándose en la cúspide de la cadena alimenticia
marina; junior es el tiburón para sus hinchas y el equilibrio de la sociedad
barranquillera juniorista está en el arrasar con todos los otros equipos.
El
estadio Metropolitano es el océano rojiblanco, allí están todo tipo de hinchas
como tiburones, algunos prefieren las
profundidades del océano amplias, otros se encuentran en las aguas costeras,
algunos entran en los ríos y lagos que desembocan en el mar, para el junior hay
de todo, lo que incrementa la sensación de inseguridad al enfrentarse con esta
pecera gigante.
3:15
p.m. y a 38 grados centígrados, Luis Sánchez, arbitro y Poseidón en el océano
rojiblanco en esta ocasión, da el pitazo inicial… serán 90 minutos de la
‘’búsqueda del equilibrio’’ en la cadena alimenticia que el Junior debe
mantener, así que es hora de comer.
Desde
el norte y el sur la banda de tiburones con apellido se desmanda por las tribunas,
con canticos, tambores y polvillos de colores, todo un carnaval en el mar. A los
siete minutos, como si de los héroes del Olimpo se tratara Nereo Vladimir y Proteo Ortega,
en una jugada colectiva y pase de Nereo
a Proteo el primer gol es cantando a
pulmón por la tribuna… se sirvió rápidamente el primer platillo, la cocina
estaba rápida, ya que al minuto 11 el segundo plato se sirvió por el chef y
héroe Proteo Ortega. Y en un momento, un ex héroe del Olimpo juniorista,
aparece en la zona al minuto 27 para descargar un remate que llevaría a los
leones marinos al 2:1.
A
los tiburones en tribuna y campo de batalla no les agradó la cercanía en el
marcador, por ello después de mucho toqueteo corto de balón por varios minutos;
al los 35, una jugada de Pólux Celis
dejó mal parada a la defensa de Medellín. Glauco
Toloza aprovechó y colocó nuevamente a su equipo en la ventaja con el tercer
gol, así terminaron los primeros 45 minutos de juego oceánico.
Al
inicio de los 45 minutos restantes, las aguas parecieron dejar de estar turbias
y amansarse. Los tiburones llevaban la ventaja y los leones marinos parecían no
tener prisa por remontar el marcador. Los
tiburones despertaron del letargo, una jugada de Glauco Toloza, hizo que el equipo visitante despertara ahora, pero
la reacción fue un poco tardía.
Y
como en uno de los coros de la hinchada junioristas, se vino la avalancha
rojiblanca en la alegría de la victoria; ese domingo después de almorzar, todos
se fueron a la cancha a llenar la popular, se mandaron en avalancha y la
hinchada se volvió loca, a cantar, a saltar porque de la copa están cerca ya .
Los tiburones celebraron su entrada a las cuadrangulares con un buen caldo de
león marino a la ‘’poderosa’’.